Acerca de nosotros

Somos una organización sin fines de lucro que existe para confrontar y crear cultura para Cristo.

Lo que creemos

  • Nuestro ministerio se adhiere a la fe cristiana histórica. Afirmamos los credos ecuménicos de la Iglesia cristiana y adoptamos tanto la Confesión Bautista de Londres de 1689 como la Confesión de Westminster como nuestras declaraciones de fe.

El problema actual

Durante años los cristianos han descuidado una de las principales razones de nuestra existencia, la gloria de Dios a través del mandato cultural (Génesis 1:26). Mientras que la cosmovisión humanista secular ha trabajado hacia el progreso en áreas como la educación, el arte y la tecnología (obedeciendo el mandato cultural), como cristianos, hemos permanecido callados y en el mejor de los casos en la defensa de la guerra cultural actual en la que nos encontramos. No es sorprendente que esto ha llevado a la caída y la decadencia moral de la sociedad en el mundo. Creemos que las cosas deben y pueden cambiar.

El evangelio de Cristo es nuestra esperanza y existimos para proclamar este evangelio y trabajar para dar forma e iluminar la oscuridad que permanece en cada esfera de la vida mientras confrontamos y creamos cultura para Cristo, nuestro Rey.

La solución

Aunque saber defender nuestra fe es una parte esencial de nuestra vida cristiana. Es fundamental que nos esforcemos por avanzar el Reino de Dios y no sólo por defenderlo. Creemos que es hora de que los cristianos pasen a la ofensiva. No es suficiente identificar y exponer la oscuridad.

Creemos que la iglesia es la sal de la tierra y que debemos ocuparnos de sazonar todas las cosas para la gloria de Dios.

Esto se traduce en todo lo contrario de retirarse de la cultura. Sí, debemos estar dispuestos a enfrentarnos a la cultura, pero también debemos estar dispuestos a crear cultura.

El campo de batalla

  • No es de extrañar que la actual decadencia y declive de nuestra sociedad corran en paralelo con la decadencia y declive que se observa hoy en día en la institución más básica: la familia.

    La castración de los hombres, el feminismo, LGBTQ+, y el aborto, todos tienen una cosa en común, son un ataque al hogar.

    Como cristianos no podemos permanecer en silencio. Debemos participar en la guerra por el hogar proclamando la gloria del diseño de Dios para la familia.

  • Tampoco es de extrañar que la actual decadencia y declive de nuestra sociedad corran paralelos al hecho de que durante décadas hemos entregado a nuestros hijos a la educación estatal humanista laica.

    Como cristianos hemos creído la mentira y el mito de la neutralidad en el ámbito de la educación y hemos sido ingenuos al pensar que nuestros hijos están a salvo en manos del enemigo.

    Nuestros hijos deben ser educados con una visión cristiana del mundo, y nuestro deber como cristianos no es simplemente retirarnos de estas instituciones paganas, sino también crear y proporcionar una alternativa que exalte a Cristo y que busque equipar a la próxima generación con una educación sólidamente cristiana.

  • En esta era digital es inevitable reconocer el poder de contenido y los medios de comunicación. Las empresas han invertido millones en crear plataformas de medios de comunicación en línea en las que puedan seguir influyendo en el mundo a través de los contenidos. La gente se involucra diariamente y está siendo impactada y moldeada por las mentiras del mundo a través del poder de los medios.

    Los cristianos necesitan entrar y comprometerse con la esfera de los medios de comunicación para que podamos crear y proporcionar un contenido impactante y transformador de la vida basado en la verdad de la palabra de Dios.

  • El arte es una manifestación de la belleza. La belleza es poderosa y, por lo tanto, también lo son las artes. Esta es la razón por la que el enemigo utiliza las artes para proclamar y promover la oscuridad. El mundo ha atacado despiadadamente a nuestros niños para promover su agenda humanista secular y predicar su narrativa a las masas. Hollywood, la industria del cine y la música entienden el poder de contar historias a través de las artes, y es por eso que están dispuestos a poner su dinero donde está su boca.

    Pero, ¿el arte le pertenece a Dios? Bueno, si la belleza le pertenece a Dios, entonces las artes también. Por lo tanto, los cristianos deberían ser la alternativa para excelentes películas, música y arte que proclamen la verdad de la historia de Dios y la belleza de Cristo.

  • Muchos cristianos piensan que el trabajo y los negocios son algo que debemos hacer sólo para sobrevivir en este mundo mientras esperamos ansiosamente la segunda venida de Cristo. Pero el trabajo es un llamado de Dios.

    Creemos que los cristianos deben ser activos en el mercado, mientras que inspiran a otros a trabajar duro y hacer negocios para honrar a Dios e invertir en Su Reino y hacerlo avanzar.

    Para ello, debemos recuperar una comprensión bíblica de la vocación, las herramientas y los recursos.